Todos quieren a Daisy Jones Taylor Jenkins Reid
No hay nadie que no quiera a Daisy. Pero Daisy no quiere ser la musa de nadie.
Y allí estaba yo, observando a una multitud seducida y rendida, gritando enloquecida cuando Billy Dunne les preguntó si querían que Daisy Jones subiera al escenario a cantar Honeycomb. En ese instante lo entendí, y fue cuando implosioné.
Esos dos eran como dos espinas clavadas bajo la piel que no se pueden arrancar. Sus voces se fundían en la delicadeza y ardían en la rebeldía, se rompían y recomponían juntas. Billy la contemplaba, ahogándose en sus ojos, unos increíbles y enormes ojos azul cobalto. La sonrisa de Daisy se podía oír, tatuada en las palabras que le dirigía a Billy. Y en medio del clamor de miles de sombras desatadas y bajo el estrépito que te retumba en el pecho, enmudeces. Porque pareciera que fueran los únicos en el mundo, que se pertenecieran el uno al otro; y que no solo estuvieran sus voces compartiendo micro sino que también sus existencias resistieran acompasadas, sufriendo y viviendo abruptamente cada segundo de luz y de oscuridad.
La gira de ‘Aurora’ del ’78 fue brutal. Recuerdo leer a Daisy luciendo un vestido de seda crema con la melena desaliñada y los brazaletes hasta el codo, fue el día que recogieron el Grammy a la mejor grabación del año por Turn It Off. Dedicó el premio a todos los que andamos pillados por algo o por alguien, algo que surgió como una confesión lúcida en medio de tanta embriaguez.
Luego pasaron por Saturday Night Live con Lisa Crowne, cantaron A Hope Like You. Billy en el teclado, vistiendo su habitual camisa vaquera y Daisy, descalza, a su lado. Otra vez, como si le cantara a él, vamos, seguro, le estaba cantando a él, noté un nudo en el estómago, aquello fue verdaderamente espectacular.
Y pasé las páginas. Una detrás de otra. Dejé sonar cada canción para que cada ritmo me lanzara arriba y abajo, de la tristeza a la exaltación. El atractivo de la tentación, el dolor físico de luchar contra el propio instinto, los sentimientos más escondidos que viven dentro de ti… This Could Get Ugly, Impossible Woman, Please, Regret Me… El mejor álbum de sus vidas.
Adoramos a Daisy Jones & The Six porque adoramos la belleza de las estrellas rotas de las portadas de Rolling Stone, esos genios que persiguen sus pesadillas como otros siguen sus sueños.
Les estás leyendo y les estás escuchando, y como si fuera un documental vas viendo fluir los egos, los recelos y las envidias en un extraordinario derroche de talento. Rock Stars en el escenario, incendiando como fuerzas de la naturaleza; mortales en el backstage, sucumbiendo al éxtasis de la gloria, destruyéndose felizmente. Vas de gira con Karen, Warren y los demás, te sientas en el estudio con Teddy y Artie y grabas con ellos los hits que arrasan en el Billboard. Porque eres uno de ellos y todos ellos a la vez.
Sí, Daisy es una diosa de Hollywood Hills que posee todo lo que puedes imaginar y carece de todo lo que no ves. Una It Girl sexy como el demonio y con dinamita en la voz. No la miras, la contemplas. A la irresistible Lola La Cava no la diriges, no encierras su voluntad desenfrenada de hacer lo que le da la gana, ni callas sus deseos de vivir la buena vida liberados por el sexo, los benzos y el champaign.
Billy y Graham son esa banda de Pittsburgh de blues-rock de mediados de los ’60, Los Dunne Brothers. Dos hermanos que no comparten la Silvertone y la Strato, que se conocen sin saber qué necesitan el uno del otro y que supuestamente cuidan el uno del otro.
Billy Dunne es ese alguien que nunca deja de ser quien es y que a veces muestra esa mierda de sí mismo que no quiere ser. Desdibujado a base de tequila y quaaludes a todas horas. Alguien que en un acto de redención echa toda su vida en la música.
Y entre idas y venidas, el empoderamiento femenino en un mundo de hombres es sutilmente demoledor. Camila y Karen exhiben su poder en la vulnerabilidad, destapan su fortaleza en la debilidad, revelan su valentía ante el temor. Sin aprobación masculina. Lo tomas o lo dejas.
El magnetismo de esta novela no destila del sonido que evocas, ni en los conciertos ni en las giras ni en los buenos momentos con los que fantaseas. Está en las palabras a las que te sientes conectado. En las emociones, las historias y la verdad que sale ligera en una música que penetra y cava hasta que encuentra algo.
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Comentarios publicados
Entretenida y excitante historia… Me ha gustado muchísimo y sobre todo me lo he pasado muy bien.
JJLQue novela más buena, Dios! Muy recomendable… disfrutaréis con cada una de sus páginas hasta llegar al final (con sorpresa incluida). De verdad, muy muy pero que muy buen libro.
J.RuízNo se si será el libro del año, pero tiene algo de especial y único: Se lee más como un guion que como una novela «normal», con una narración más que emocionante. ¡Leedlo!
FleetwoodUna historia tremendamente auténtica, con la que me enganché desde las primeras páginas, hasta el punto que busqué en Internet si se trataba de una banda de música real.
DulcemelónWow, no sabía que había salido ya la traducción en castellano. Lo tenía en mi lista de deseos de 2020, iré a por él!
MartitaSoy una fanática de la música y de toda la movida de esos años, o sea que no tuve que meditar demasiado en si leerlo o no. Un libro divertido y rápido de ojear.
Anastacia MAD