Te dejé ir Clare Mackintosh

Esta escritora británica me había pasado desapercibida. Y aunque tenía cierta curiosidad, Te dejé ir aguardaba discretamente entre la larga lista de pendientes.

Este best seller policíaco, thriller psicológico o doméstico, es un debut impecable. Sus personajes como figuritas de arcilla esculpidas a mano y con paciencia, una a una. Estriadas, imperfectas y desiguales. Una historia creíble de principio a fin con una realidad que permanece escondida la mayor parte del tiempo y que solo surge a base de golpes en el estómago que te dejan sin respiración. Te dejé ir es un trayecto angosto y nublado por la aflicción y desolación de su protagonista. Una huida a la desesperada relatada en diferentes planos y tiempos. Todos recientes pero muy borrosos. Un suspense como un desgarro que sangra de forma lenta y silenciosa hasta que finalmente te doblega hasta gritar… ¡Qué buena novela!

Un atropello en Fishponds. Jacob muere sin asistencia, abrigado por los gritos de una madre cuyo corazón se ha roto para siempre. Sin testigos, ni cámaras, ningún detalle del vehículo y sin noticias del conductor… Nada.

El inspector detective Ray Stevens dirige el Departamento de Investigación Criminal de Bristol, desde una silla que arrojaba serias dudas sobre su credibilidad. Ray siente nostalgia de la época en que quería comerse el mundo, antes que diecisiete años de burocracia le hubieran aplastado las ilusiones. Y Kate es la joven apasionada por el oficio que se alimenta de ellas. Juntos van a averiguar qué clase de cabrón atropella a un crío de cinco años y se da a la fuga.

Jennifer ha sido enterrada bajo la complejidad y la violencia de los recuerdos del pasado. Jenna se ha instalado en Penfach, un pueblo de Gales, más allá de Swansea, donde nadie lee el Bristol Post y su yo anónimo puede mantenerse a salvo del horror. Resguardada por los acantilados, dedicada a la fotografía y al amparo de su amiga Bethan podría existir una posibilidad infinitesimal de volver a sentir por Patrick y por sí misma algo que no nazca de un insoportable dolor físico causado por la pérdida y la culpa.

Pero no se puede escapar de las decisiones que tomamos ni de aquellas que dejamos de tomar, empujadas por cualquier razón, motivadas por cualquier sentimiento y que error o acierto forman parte del mero hecho de vivir. ¿Qué ocurrió aquella noche del accidente y por qué huir cuando estás condenada de todas formas?

Ni socarronería detectivesca ni intrepidez policíaca. Ni paranoia ni chaladura criminal. Contiene absolutamente todo lo demás. Te dejé ir de Clare Mackintosh esconde la verdad en un agujero gélido en la costa de Penfach. Es una novela de un negro acarbonado donde el mal está a la vista, solo que no puedes verlo. Si tu adicción a este género pasa por el nivel de calidad de los giros, definitivamente esta es una de las novelas que no te puedes perder.

No presupongas, si es que puedes evitarlo.

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