La ecuación del amor Helen Hoang
Combatir el odio con amor.
El Goodreads Choice Award de romántica de 2018. Primera novela de Helen Hoang, primera nominación y primer premio, nada mal. Los lectores hablan, yo escucho y me dejo recomendar.
Stella y Michael. Ella, una econometrista guapa y brillante. Él, un apuesto (se suele decir así, ¿no?) joven que ejerce la prostitución. Ella intenta entender y complacer a una realidad – y a sus padres – de convenciones sociales en la que toca enamorarse-tener-novio-marido-e-hijos (por ese orden y al final en plural); él huye de los fantasmas del abandono familiar paterno, soporta la carga de la culpa y la decepción sobre sus espaldas mientras cuida de su familia numerosa con una madre enferma. Vaya, los dos viviendo entre el pánico y el placer. Para que no haya malentendidos, La ecuación del amor es una novela dulce y graciosa en la que no hay nada sórdido, un poco de sensualidad y sexo de fuegos artificiales. Los personajes son amables, no están solos y tienen familias fantásticas. De principio a fin es como un helado de galleta de chocolate y menta.
Hay novelas de las que olvidas de qué iba la historia y no obstante recuerdas con increíble precisión aquello que dijeron sus personajes o cómo te hicieron sentir. Stella, podría ser uno de ellos. Tal vez porque tiene asperger y manifiesta una expresión distinta de la verdad.
«¿Tenía razón Philip? ¿Le disgustaba el sexo porque se le daba mal? ¿La práctica llevaría a la perfección? Qué concepto más intrigante. A lo mejor el sexo era otro tipo de interacción personal en la que necesitaba esforzarse más…, como la conversación casual, el contacto visual y los buenos modales.»
La ecuación del amor (The Kiss Quotient), Helen Hoang. Trad. Ana Isabel Domínguez Palomo y Mª del Mar Rodríguez Barrena. 2019 Ediciones Urano.
Adelanto: no hay comparaciones posibles. Ni con nuestro querido Don Tillman de El proyecto esposa, ni con Christopher John Francis Boone, el fascinante protagonista de El curioso incidente del perro a medianoche, de quien me reservo el derecho de dejarlo en el pedestal de la adorable singularidad.
Volviendo a Stella. Estamos de acuerdo en dos aspectos fundamentales: el primero es que, para socializar, a veces es necesario prepararse mentalmente, el segundo es que la interacción nos está dejando a todos, en algún momento, una mueca de gilipollas.
Y, no obstante, también hay algo de magia en el hecho de formar parte de la multitud sin sentirse solo. La vida está llena de contradicciones y rarezas maravillosas.
Otras reseñas de libros
Comentarios publicados
Recién llegada a este sitio, os felicito por las reseñas encontradas y seguiré atenta 📒
Encarna Jiménez¡Me encantó de inicio a fin! Y lloré como una magdalena más de una y de dos y de tres veces… ¡¡Un libro completamente recomendado!!
LisaAunque no sea muy fan de las novelas románticas, esta me gustó bastante, sobretodo la relación entre sus dos protagonistas (Stella y Michael), con todas sus complejidades y vulnerabilidades como seres. Pues sí lo recomendaría para pasar un buen rato.
Eva Ralf